Entrevista a Concha Fabeiro, presidenta de la SEAE

Un año desde que empezamos a oír hablar de la COVID-19, de verlo como algo lejano a sufrirlo en primera persona.
Doce meses que han puesto de manifiesto algo que la Tierra llevaba mucho tiempo gritando: esto no es sostenible.
Por ello, he querido hacer una entrevista a Concha Fabeiro, presidenta de la SEAE. Para hablar de agroecología y de la oportunidad y responsabilidad que tenemos como consumidores en aras de un presente y futuro basado en el respeto, la consciencia, y la austeridad particular y colectiva.
De pandemia y agroecología
Concha Fabeiro, ¿cómo está viviendo la pandemia el sector agroecológico?
La situación actual de la pandemia ha venido a sumarse a las dificultades inherentes del sector. En los primeros meses, la mayor preocupación estuvo en la falta de mano de obra, la imposibilidad de desplazamientos en grupo, la adquisición de equipamiento de protección, etc.
Más adelante en plena temporada de cosecha, el cierre de mercados abiertos, de los que dependen muchos pequeños proyectos productivos, y la competencia con la venta online. Pero, como tantas veces, el sector agroecológico ha sabido adaptarse, innovando, digitalizándose, agrupándose, movilizándose y respondiendo a la demanda.
Es importante recalcar que el motivo que originó la pandemia, según explican los expertos, es un modelo productivo agroalimentario y de sociedad en general, explotador, nada respetuoso con los espacios vírgenes, que permite, e incluso promueve el hacinamiento de animales y personas, favoreciendo el salto interespecífico de enfermedades.
Es perentorio revertir esa situación para evitar nuevos episodios.
La producción ecológica se basa en respetar los ciclos y procesos naturales, en asegurar el bienestar animal, y la protección del medio natural por su efecto positivo en la estabilidad de los agroecosistemas. La agroecología se propone como parte imprescindible de la solución.
¿El aumento de interés por lo natural ha repercutido en las ventas?
No se conocen aún datos oficiales de mercado o consumo, ni de producción, pero la información que nos llega muestra que efectivamente, gran parte de la población está reconociendo la importancia que tiene la alimentación en nuestro sistema inmunológico.
Es posible que haya aumentado el interés por consumir productos agroecológicos, pero las restricciones afectan a las capacidades de venta, y sigue siendo muy difícil acceder a ello.
De cómo hacer un consumo ecológico
¿Qué hace falta para que ese interés repercuta en un mayor consumo, similar al de países como Alemania?
Para que aumente el consumo es necesario que se favorezca la accesibilidad al producto ecológico, al buen producto ecológico, de temporada y de proximidad, para que pueda tener un precio competitivo.
Es necesario que en las políticas de reconstrucción se prime el mercado local, la compra directa (sin mucho desplazamiento, ni mucho envoltorio), los grupos de consumos, las CSA, etc.
También es necesaria la formación e información veraz, sobre las consecuencias de nuestros actos de consumo.
Empezando desde el principio, las escuelas, desde los más débiles, los hospitales, residencias de mayores y personas con capacidades diferentes, y llegando a lo último y más poderoso, las cantinas de edificios públicos.
Pero además de las necesarias acciones gubernamentales, es imprescindible que como consumidores entendamos las implicaciones trascendentes que tienen nuestras elecciones, ¿Cómo puede ser más barato comprar online algo que viene de lejos, que en la tienda de mi barrio?.
Del greenwashing
¿Crees que también ese aumento de interés por parte de la sociedad ha hecho que marcas quieran vender bio algo que no lo es? ¿Hay más prácticas de greenwashing?
El fraude, o mejor dicho el intento de fraude, porque muy pocos lo consiguen, existe en todos los sectores, no solo en la producción ecológica.
La buena noticia es que se busca, se detecta y se paraliza.
Otro asunto es el greenwashing, que, sin delinquir ni mentir abiertamente, enmascara algo que no lo es.
La producción ecológica, biológica u orgánica, que son sinónimos, está protegida por el exhaustivo control y certificación que se lleva a cabo. Pero todos estamos expuestos a que nos quieran convencer de que algo etiquetado como “natural”, “tradicional”, “local”, “de producción sostenible”, “de bienestar animal”, “respetuoso con el medio ambiente”, “procedente de agricultura de conservación” “de agricultura climáticamente inteligente”, etc. deba ser considerado como tal.
Todos esos términos, y seguro que los expertos en marketing se están inventado más, no tienen nada detrás, no significan nada en una etiqueta o un anuncio.
Y quien se quiera contentar con eso, se autoengaña.
Hay prácticas de greenwashing, pero las personas consumidoras podemos ser más críticas.
Del papel de la SEAE

Por otra parte, ¿habéis notado más interés también en vuestras formaciones?
Durante el 2019 hemos realizado un total de 45 cursos, 43 de ellos online, con un total de más de 1400 alumnos/as. SEAE ha tenido que reformular su programa formativo durante este tiempo, y seguiremos mejorándolo.
En nuestro plan estratégico queremos reforzar la dimensión práctica de la formación que ofrecemos.
Este es un gran reto en la situación actual, que pretendemos abordar, mediante videos y entrevistas con productores, etc. En la línea de la transmisión horizontal del conocimiento, aterrizando en las realidades actuales, y buscando inspiración en quienes consiguieron superar los inevitables errores.
En el 2º Informe de Observatorio del Cambio Climático presentado por ECODES se hablaba de lo vital de esta década para el futuro del planeta, ¿cómo lo veis desde SEAE?
Dicen algunos que estos van a ser los nuevos “locos años veinte”.
Esperamos que fluya la alegría, que todo el mundo pueda reír, bailar y amar “con locura”, pero sobre todo lo que el futuro de nuestro planeta necesita es respeto, consciencia, y austeridad particular y colectiva. Conste que una cosa no está reñida con la otra.
Es muy cierto que nos encontramos en un momento decisivo, en el que la balanza de la sostenibilidad puede volcarse de cabeza hacia el abismo de la tecnolatria, (ya vendrá algún invento que solucionará los problemas que estamos creando y por tanto no tengo por qué cambiar).
O mantenerse a duras penas, con pequeños parches, pequeños a nivel global, pero que suponen grandes esfuerzos y complicaciones para quienes hacen bien las cosas.
O también es posible, yo no pierdo la esperanza, un cambio disruptivo, que nos abra los ojos hacia la realidad de un mundo finito y desigual, que no puede mantenerse en el derroche, la falta de tolerancia, comprensión y respeto, hacia lo otro.
Y no hablo solo de ese escenario que nos acoge y llamamos medio ambiente, sino de respeto a las relaciones que otros seres, distintos a los humanos, establecen entre ellos, y que se llama Naturaleza.

Recomiendo la lectura de la edición 43 de la Revista Ae, dedicada al ecofeminismo, donde se desentraña el problema y se visibilizan acciones auténticas que buscan soluciones reales, desde un punto de vista diferente al que creó el problema.
¿Qué papel puede tener la SEAE en la Agenda 2030?
La producción ecológica y la Agroecología juegan un importante papel en la consecución de los ODS: desde el ODS 1 (erradicar la pobreza), pasando por el ODS 2 (poner fin al hambre, lograr seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible); ODS 5 (igualdad y empoderamiento de las mujeres y niñas); ODS 12 (consumo y producción sostenibles) y ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático)
SEAE, como entidad cuya principal finalidad es el apoyo al sector, puede contribuir a la mejora en la transferencia de los resultados de investigación, a la formación, al asesoramiento, a la divulgación y al refuerzo en el trabajo conjunto, en red con otras organizaciones.
De la nueva PAC 2022
En el editorial del número 42 de la Revista Ae se lee que habéis “tenido desengaños e ilusiones frustradas con la aprobación de la PAC”. ¿Puedes explicarlo?
La nueva PAC 2022 está todavía construyéndose, está aún en debate con los estados miembros, sigue habiendo reuniones COP (de partes), pero sí, nos desilusiona lo poco que va saliendo.
Me explico.
Comenzamos con ilusión cuando se publicó que los estados miembros deberían justificar la ejecución en base a los 10 objetivos, sabiendo que la producción ecológica puede contribuir a la consecución de los 10, por separado y conjuntamente.
Parecía entonces que la nueva PAC, realmente sería nueva, pero nos ha ido desilusionando conforme aparecían nuevos documentos: no se establecen metas ni medidas concretas para el apoyo a la producción ecológica explícitamente, dejándolo en manos de los estados miembros; no se ha incluido como ecoesquema, (que estaría en el primer pilar, con mayor presupuesto y gestionado en todo el ámbito nacional, sin diferencias entre CC. AA), las ayudas a la producción ecológica; parece ser van a seguir estando en el segundo pilar, con menos presupuesto y expuesto a las diferentes sensibilidades de los gobiernos autonómicos.
Por cierto, el asunto de los ecoesquemas va a peor, ahora parece que se va a incluir no uno, sino dos por cumplir la legalidad, me refiero al de programación particularizada de fertilización y uso de fitosanitarios, eso es obligatorio según un RD que ya tiene tiempo y otro que va a salir en breve.
Cumplir la legalidad no es algo que deba pagarse, al contrario, deberían ponerse multas a quien no la cumple. Pero el problema es que esto genera una gran desigualdad entre las grandes y pequeñas empresas agrícolas. Ya que para las grandes contratar una persona cualificada, para esto y todos los otros asuntos de la empresa es factible, pero no para una pequeña, que tendrá que contratar los servicios de asesoramiento.
Nos desilusiona que la nueva PAC que lleva visos de ser más de lo mismo: más dinero para los que más tienen.
De networking ecológico

La última edición de BioCultura se ha celebrado de forma online, ¿cómo vivisteis la experiencia?
Fue distinta, y especialmente duro no poder abrazar a quienes habitualmente encuentras o conoces en la feria. Pero la adaptación al formato online fue lograda y muy completa.
Asistimos a las ponencias en el escenario principal y también participamos en las charlas, como Mª Dolores Raigón o Pilar Galindo, ambas en la Junta Directiva de la SEAE.
Nuestro stand, tenía toda la información necesaria para conocer a SEAE, con un simpático vídeo hecho por nuestro equipo. En definitiva, fue genial, pero esperamos que Biocultura pueda repetirse en todo su esplendor.
Si las restricciones continúan, ¿el siguiente Congreso de SEAE será online o se aplazaría nuevamente hasta poder hacerlo de forma presencial?
Bueno, en el 2020, no aplazamos el Congreso, lo que hicimos fue reconvertirlo en algo más pequeño y manejable: unas Jornadas Técnicas que celebramos en octubre en formato online, con mucho éxito a pesar de las dificultades.
Nuestros Congresos son bianuales y el próximo será en 2022. Esperamos que, para entonces, ya sea posible el desplazamiento y los encuentros multitudinarios. Aunque queden algunos hábitos saludables como lavarse las manos con frecuencia. Y lo esperamos con mucha ilusión, porque en el año 22, SEAE cumple 30 años, y queremos celebrarlo con todas las personas socias e interesadas por la producción ecológica y la agroecología. Porque queremos construir un mejor futuro y sabemos que en el futuro, la agricultura será ecológica, o no será.
